Niños con baja tolerancia a la frustración, es un tema muy sonado en nuestros días y la razón se debe a que se han observado muchos casos en que jóvenes, quienes ya deberían manejar correctamente sus emociones, demuestran su baja tolerancia ante situaciones comunes y sin trascendencia. Esto se debe a que hasta no hace muchos se pensaba que, la frustración en los niños no era positiva y por tanto, debía de evitarse. Hoy sabemos que la frustración es necesaria y en cierta manera resulta positiva para el niño ya que de esta forma, podrán enfrentarse de manera autónoma y satisfactoria, a las diferentes situaciones que se presentan a lo largo de la vida.
La frustración es el sentimiento de tristeza, decepción y desilusión ante la imposibilidad de satisfacer una necesidad o un deseo. Todos a lo largo de nuestra vida hemos experimentado dicho sentimiento, pero normalmente contamos con herramientas motivacionales y emocionales que nos ayudan a poder gestionarla, los cuales hemos desarrollado desde nuestra infancia.
La expresión de la frustración en los niños puede manifestarse de diferentes formas, dependiendo de su edad y habilidad para manejar sus emociones, cuando el niño experimenta frustración puede reaccionar con rebeldía, o llanto, golpeando, tristeza, ansiedad, etc.
¿Cómo fortalecer la tolerancia a la frustración desde la infancia?
- Enséñalo a identificar sus emociones, darles nombre, reconocer la causa y aprender a manejar sus reacciones. (Si es menor a seis años y no te gusta la manera en que expresa las emociones causadas por la frustración, ten paciencia recuerda que aún está aprendiendo a dominarlas y tu adecuada reacción será el ejemplo perfecto para orientarlo en este proceso)
Recuerda; evitar la frustración, no enseña a tolerarla. La frustración es normal y necesaria en la vida de cualquier individuo que se esta desarrollando de manera sana y normal, para después afrontar la vida con sabiduría.