jueves, 4 de mayo de 2017

Tema 1: Prevenir la crisis de la adolescencia desde la infancia "Comunicación"

Bloque 1: Comunicación 

Primer arma a favor: 
Para la mayoría de los niños, sus padres son sus héroes, los ven cómo personajes invencibles y su amor hacia ellos es incondicional. Así que lo primero que debemos hacer para que un niño se convierta en un adolescente bien encaminado es mantener y alimentar esa relación con amor, atención y confianza. 

En ocasiones los adultos que son padres tienen grandes aspiraciones económicas, profesionales, sociales o afectivas y en su lucha personal se olvidan de su papel primordial y sin darse cuenta ignoran, decepcionan y abandonan a sus hijos. Las contradicciones de la vida... por un lado dicen que su hijo es lo más importantes, pero por otro lado tienen cosas más importantes que hacer. 

No desaproveches la oportunidad de acompañarlo en su crecimiento cuando tu hijo confía en ti, cuando te ve como alguien especial. Ese es el momento de ponerle atención, de escucharlo y conocerlo. 


“Lograr una relación positiva con cada uno de los hijos es resultado de un proceso que se debe seguir paso a paso, con acción y no solo con palabras, prácticamente desde que ese ser llega al mundo". 
“Aunque más vale tarde que nunca”.

Indudablemente, es mucho mejor “iniciar a tiempo que intentar enderezar las cosas cuando ya es demasiado tarde” (Zuloaga, J.  Franco, N. Adolescencia, Una guía para los padres) 
Si dedicas tiempo a fomentar una buena relación con tu hijo cuando es pequeño tendrás como resultado bases sólidas, para una formación enfocada y positiva.

Cuando los niños son pequeños son perceptivos y están dispuestos a escuchar, platicar y abrir su corazón, expresando dudas y miedos, toma en serio todo lo que te dice y aprende a valorar su confianza. No importa de lo que quiera hablar tu hijo contigo, aunque te parezca ridículo, es algo que para él vale y por lo tanto debe ser importante también para ti. No lo ignores, no le restes importancia, pasa tiempo real con él.

En este momento son esponjas que aprenden todo lo qué haces y dices, utilízalo a tu favor. 

No dejes para después jugar o hablar con él, esto es como los propósitos de Año Nuevo que nunca se empiezan y si no lo estás haciendo debes hacerlo ya, porque si te descuidas pueden pasar 15 años o más o peor aún puedes estar sumergido en una crisis que se pudo evitar. 

¿Cómo fomentar la comunicación en la familia?

Tener momentos especiales para platicar en familia, (Al terminar de comer, antes de dormir...) de tal forma que se convierta en un hábito, una costumbre. Aprovechar cuando algún integrante exponga o pregunte sobre un tema interesante para escuchar opiniones, dando oportunidad para que todos hablen. 

Dejar lo que estemos haciendo, cuando uno de los integrantes de la familia, espontáneamente viene a contar algo y hacer contacto visual con él para escucharlo atentamente, demostrándole que eso que nos contó realmente nos importa.
Mostrar interés sobre lo que vive cada uno de los miembros de la familia, darnos un momento a solas con cada uno. Siempre respetar a cada uno, sin críticas, ni burlas, ni desacreditar a nadie. 

Todas las anteriores deben ser parte de la vida normal de una familia y no sólo tomarlas en cuenta cuando hay problemas. De esta manera, cada uno se sentirá importante, elevará su autoestima, establecerá una relación de confianza con nosotros y aprenderá que es posible un diálogo sin temor, porque no se le va a juzgar, ni a regañar, simplemente se le va a escuchar.

Si en tu familia no se ha fomentado la posibilidad de una comunicación asertiva y cuando tus hijos se acercaban a ti le respondías con frases como: Estoy ocupado, no molestes, tengo cosas más importantes que estar platicando, o si te enojabas con sus preguntas o temas expuestos... Es posible que el día que lo intentes sientas que te topas con pared, porque seguramente tendrás niños o adolescentes con baja autoestima, que no confían en ti o por tus respuestas pasadas no consideren buena idea abrirse al diálogo contigo y en su lugar respondan con gruñidos (grrrr) o cortantes "No se" o "Nada" 
Por lo que deberás ser paciente, constante y congruente para alcanzar y mantener un buen canal de comunicación con tu hijo. 
Además de fomentar la comunicación desde la infancia, también debemos tener límites fomentándolos con amor, para que se conviertan en jóvenes que se saben autorregular.

Debemos enseñarles a expresar positivamente sus emociones y enseñarlos a ser autónomos, es decir no hacer todo por ellos, permitir y respetar sus decisiones y hacerlos responsables de sus actos. 

Pero cuando las cosas ya van mal con un hijo uno se siente enojado, frustrado e impotente y así no se consigue nada. Entonces si las cosas ya están mal, lo primero que debes hacer es parar para avanzar. 

Antes de continuar, debemos trabajar en nosotros mismos y calmar los sentimientos negativos y derrumbar los muros internos que son el principal obstáculo para lograr una buena comunicación. Debemos dejar de juzgar para aceptar y amar incondicionalmente a los hijos. 

Acércate a él y pide disculpas por lo que hiciste en el pasado que provocó la falta de comunicación y acercamiento entre ustedes. A partir de ahora escúchalo desde sus perspectivas y no de las tuyas.

Y ahora si, podemos comenzar otra vez. 

Artículo escrito por: Psic. A. Brocado 

Referencias:
Zuloaga, J. Franco, N. (2014) Adolescencia, una guía para padres. ISBN: 978-1-4633-9160-7
Callejo, J. Gutiérrez, J.  (2013) Adolescencia entre pantallas; UNED. eISBN: 978-84-9784-700-1
Borbolla, J. (2011) Profesión mamá, la maestría. ISBN: 978-607-9347-21-5
Para enterarte de las nuevas publicaciones de COSAS DE PADRES, MAESTROS Y PSICOLOGOS entra a Facebook, sigue la página y comparte con tus amigos.